El cerebro mejora con las tareas del hogar

Cerebro y ejercicio físico.

Es bien sabido que el ejercicio físico es un gran aliado en la salud cerebral. En particular en personas mayores, hacer algún tipo de actividad física moderada reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.

Dentro de la actividad física moderada, se considera que las tareas del hogar como barrer y fregar el suelo, limpiar las ventanas, hacer las camas o limpiar la cocina pueden igualmente actuar como preventivos de la neurodegeneración.

Entre los beneficios de la actividad física para el cerebro, se sabe que aumenta tanto o la circulación sanguínea del cerebro como la plasticidad cerebral. La plasticidad cerebral hace referencia a la generación de nuevas conexiones entre las neuronas, lo que contribuye de manera significativa a mantener la salud cerebral.

Otro aspecto interesante del ejercicio físico para el cerebro, es que se ha demostrado que aumenta el volumen de materia gris en algunas áreas del cerebro asociadas con la memoria. En particular, este beneficio se observa en las personas mayores.

Tareas domésticas y salud cerebral.

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro Baycrest Health Sciences en Toronto ha demostrado que efectuar las tareas del hogar contribuye a mantener la materia gris.

En el estudio reclutaron a 60 personas entre los 65 y 80 años. Estas personas estaban sanas y hacían una vida normal. Al inicio del estudio se hicieron tests cognitivos y resonancia magnética para conocer el estado memorístico y actividad intelectual de estas personas, así como otros análisis generales para conocer el estado de salud en general.

Posteriormente, se determinó si la actividad física relacionada con las tareas del hogar podía contribuir a la prevención de la salud cerebral. Entre las actividades domésticas se incluían ordenar la casa, limpiar el polvo, preparar la comida, ir a la compra, mantenimiento del hogar (incluyendo pequeñas reparaciones domésticas), etc.

Los resultados indican que las personas que dedicaban tiempo a las tareas del hogar tenían un volumen cerebral mayor en lóbulo frontal por el hipocampo, que son áreas asociadas con la memoria, la toma de decisiones y la actividad cognitiva y general. Estos aspectos están correlacionados con la prevención de la salud mental.

Además, estos beneficios se observaban incluso en personas que tenían poca actividad física fuera de las tareas domésticas.

El estudio concluye que las tareas domésticas se pueden considerar un ejercicio moderado con beneficios significativos en el mantenimiento del volumen cerebral saludable.

Quizás estos hallazgos motiven a los remolones a la hora de ponerse “manos a la obra” en las labores del hogar. El contribuir a mantener la casa limpia puede ser un elemento adicional de la salud mental.