Un ejercicio interoceptivo sencillo
Imagínate que estás sentado cómodamente y decides contar las pulsaciones de tu corazón por minuto con tan solo cerrar los ojos. ¿Las puedes llegar a sentir? ¿Cuántas te salen? ¿Coincide con las que cuentas realmente cuando te tomas el pulso?
Se trata de un sencillo ejercicio de intercepción en el cual el cerebro percibe el listado de los órganos internos, en este caso el corazón.
Los expertos en la neurociencia y la psicología están utilizando este tipo de técnicas sencillas de ejercicios de sensaciones interoceptivas para mejorar algunos problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. Escuchando tu corazón en el sentido literal se puede mejorar la mente.
El diálogo de las vísceras con el cerebro
La interocepción incluye todas las señales de los órganos internos como el sistema cardiovascular, los pulmones, el intestino, la vesícula o los riñones en su comunicación constante con el cerebro.
La mayoría de estas señales ocurren sin que seamos conscientes de ello. ¿Puedes voluntariamente decirle a tu vesícula que se mueva o a tu corazón que deje de latir?
Evidentemente son señales involuntarias no por ello no quiere decir que no estén controladas por el cerebro.
Por ejemplo, cuando sube la cantidad de sal en la sangre se pone en marcha un mecanismo en el cual interviene el cerebro como coordinador para compensar con los riñones y el corazón y conseguir de esa manera mantener en condiciones normales la misma presión arterial.
A pesar de todo, mucho del procesamiento de estas señales internas llegan en algún momento a hacerse conscientes: Aunque no seas consciente de que tu concentración de sal en sangre haya podido subir, sí sentirás cómo se modifica el comportamiento del riñón por el corazón de una forma consciente. La manera en la que se interpreten estas sensaciones puede tener consecuencias importantes para el bienestar y la salud.
¿Verdadero o falso? El cuerpo decide
Uno de los pioneros de las técnicas interoceptivas para mejorar la mente es el profesor Antonio Damasio (Universidad de California del Sur, EE.UU), quien propuso en los años 90 el concepto de “marcadores somáticos”. Estos marcadores provenientes de órganos del cuerpo modificarían la respuesta emocional de manera inconsciente.
La intercepción radica en el sentido de la intuición que nos dicta lo que está bien o mal sin que sepamos siquiera explicar por qué.
Por ejemplo, si te encuentras inesperadamente con un perro furioso, inmediatamente tu corazón empezará a later más fuerte y tus músculos se tensarán incluso antes de que seas consciente del temor que el perro de ataque. En respuesta a las señales enviadas al cerebro por los músculos y el corazón, este reaccionará con una alerta.
Es decir, en un primer instante se desencadenaría la respuesta conductual y fisiológica y posteriormente se generaría la emoción, en este caso de miedo.
Sin el diálogo a dos bandas entre el cerebro y el cuerpo, no existirían las sensaciones de felicidad, tristeza, excitación o miedo.
Los expertos como el Profesor Damasio afirman que según el caso los individuos tienen un amplio espectro de respuestas viscerales que regulan estados emocionales. Por esta razón, si nos ejercitamos para ser más sensibles a las señales corporales internas podremos interpretar mejor los sentimientos frente a esa situación. El resultado sería poder efectuar conscientemente mejores decisiones con respecto a esas sensaciones.
Ansiedad, depresión y los latidos del corazón
Algunos experimentos efectuados con personas con depresión se ha comprobado que tienen muy poca capacidad interoceptiva para escuchar los latidos de su corazón. Parece como si en estas personas se hubiera reducido la habilidad para sentir las señales internas del cuerpo sobre la que recayera un letargo de las emociones.
Por el contrario, las personas con ansiedad están demasiado atentas a las señales internas y pueden llegar a interpretar pequeños cambios en los latidos del corazón como una auténtica señal de alarma que amplifica la sensación de pánico.
En ambos casos, parece que hubiera una “despersonalización” o una disociación entre el cuerpo y el cerebro.
Una nueva terapia
Este nuevo concepto está empezando a entrar con éxito como nuevas terapias para algunos casos de neuropatologías. En este sentido, un estudio reciente efectuado con 121 adultos autistas con un alto grado de ansiedad demostró que con seis sesiones de ejercicios de interocepción dirigida se reducían en estas personas las sensaciones de estrés.
En un estudio publicado recientemente en la revista “The Lancet” se comentaba el resultado de un estudio con personas con ansiedad en el cual tras 3 meses de ejercicios interoceptivos reducían completamente la ansiedad en un 31% de los casos se mejoraba la calidad de las personas para reconocer y quitarle importancia a experiencias fisiológicas que anteriormente despertaban señales de alarma.
Actualmente se están llevando a cabo numerosos estudios en esta línea para diversas patologías. Incluso se están seleccionando algunos ejercicios físicos para identificar cuáles son más óptimos para la sensación de bienestar mental.
4 respuestas a «Interocepción: El bienestar mente-cerebro-cuerpo.»
Me encantó!
¡Qué alegría!
Gracias
Creo que me va a servir de mucha ayuda y lo voy a trasmitir a otras personas.
Estoy convencida que así será.
Saludos cordiales
Raquel