No es verdad que usemos solo un 10% de nuestra capacidad cerebral. Nuestro cerebro se usa prácticamente en su totalidad, incluso cuando dormimos.
El cerebro está dividido en muchas regiones distintas que desempeñan funciones distintas. Pero es tan complejo que aún queda mucho por aprender sobre cómo usamos nuestra capacidad cerebral, y sobre las relaciones precisas entre las distintas áreas cerebrales y las funciones que efectúa.
Por ello, de la misma manera que ocurre en cartografía, los neurocientíficos buscan conseguir un atlas del cerebro humano fehaciente, para explorar las relaciones de la estructura y la función del cerebro.
Actualmente, el Proyecto Conectoma, en el que participan numerosos grupos de investigación, está editando un nuevo mapa “actualizado” del cerebro, para poder emparejar con mayor precisión las regiones cerebrales con las funciones que desempeñan. Y el resultado es que el cerebro es aun más complejo en anatomía y funciones de lo que creíamos. Por ejemplo, en una publicación reciente, la corteza cerebral aparece en ¡180 regiones!, más del doble de las actuales.
Huella digital
Se está desarrollando un software para detectar en cada persona la “huella digital” de cada una de las regiones del cerebro. Esta herramienta nos ayudará a conocer mejor cómo ha evolucionado nuestro cerebro, las funciones de manera más precisa, y en qué regiones concretas se efectúan. Así también sabremos mejor qué pasa cuando esas funciones empiezan a fallar por una enfermedad. Como comenta el neurocientífico Bruce Cuthbert en una de sus publicaciones, “Esta herramienta nos permitirá ser más preciso en la cirugía del cerebro y en las pruebas de diagnóstico”.