Las semillas (girasol, calabaza, sésamo, chía, etc) contienen microminerales (fósforo, magnesio) necesarios para la mente y el cerebro.
Estas semillas contienen también precursores con los que se fabrican los neurotransmisores, es decir, los encargados de trasmitir los mensajes entre las neuronas. Por ejemplo, contienen triptófano y tirosina que sirven para producir la serotonina y la dopamina (los neurotransmisoes que regulan nuestro estado anímico y la motivación). Como comento en mi libro “Dale vida a tu cerebro“, la carencia de triptófano produce estrés, ansiedad, insomnio, irritabilidad, y trastornos emocionales.
Incorpóralos a tus zumos de frutas, sopas, cremas, ensaladas, pastas, arroces, legumbres, etc. y contribuirás a que tu cerebro esté en plena forma.