El Párkinson. Una enfermedad sin cura
Como ya he comentado en el artículo de este vínculo sobre “cerebro enfermo”, el Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa en la que se pierden neuronas denominadas dopaminérgicas. Una de las funciones de estas neuronas es regular el control de la movilidad. Por eso las personas que sufren esta enfermedad suelen experimentar temblor, rigidez, dificultad para caminar, movimientos lentos, y también deterioro de la memoria.
El tratamiento actual para aliviar los síntomas es con carbidopa-levodopa. Sin embargo, no hay cura para esta enfermedad. Cree que parte de las causas se han por predisposición genética y por desencadenantes medioambientales. Recientemente, se han asociado problemas del intestino dentro de los factores de desarrollo de Parkinson.
El Parkinson empezaría en el intestino
Investigadores de diversos grupos de investigación de Estados Unidos, obtuvieron muestras de biopsia del intestino de personas con inflamación intestinal. Cuando analizaron estas biopsias observaron que contenían una alta cantidad de una proteína llamada alpha sinucleína. Curiosamente, esta proteína desempeña funciones en las neuronas del cerebro. De hecho, la acumulación de la alfa sinucleína en el cerebro se considera desencadenante del Parkinson.
Ello significa que la proteína considerada responsable de la patología del Parkinson se encuentra fundamentalmente… ¡En el intestino inflamado! Más aún, cuando prevenían la inflamación también se reducía la expresión de alpha sinucleína.
Los científicos concluyeron que la infección intestinal aumentaría los niveles de alpha sinucleína, pudiendo producir una inflamación crónica. La proteína patológica viajaría después por el sistema nervioso del intestino hasta llegar al cerebro. Posteriormente, afectaría a las neuronas dopaminérgicas, causaría muerte neuronal, y el consecuente deterioro progresivo del cerebro.
¿Cuáles son las causas de la inflamación del intestino?
Una de las causas sería por infecciones virales, como el virus de la influenza o de la varicela. Algunos estudios también lo han asociado con Helicobacter pylori, bacteria que vive en el estómago, y es la causante de úlceras estomacales. Curiosamente, las personas en las que se trata la úlcera estomacal con vagotomía reducen el riesgo de Parkinson.
Otras causas de inflamación intestinal vendrían por el tipo de alimentación. Ya he comentado en este artículo que dietas tipo occidental con grasas trans saturadas y azúcares refinados producen inflamación intestinal. Otras dietas como la mediterránea en la adecuada proporción serían más saludables.
Por consiguiente, cuidando el intestino estamos indirectamente previniendo enfermedades del cerebro.
No obstante, teniendo en cuenta la complejidad de factores de esta enfermedad, habrá que confirmar estos resultados y extender la relevancia de estos resultados.