Muchos estudios científicos han demostrado que la cafeína mejora la memoria y la agilidad mental. Sin embargo, debe consumirse con moderación. Una dosis excesiva de cafeína puede ser perjudicial.
La cafeína se toma en sus distintas formas de bebida (café, té, mate, cacao, refrescos y bebidas energéticas), en el chocolate y en medicación. La mayoría de las personas sabemos que cuando tomamos cafeína nos sentimos más estimulados y reduce la fatiga mental. Para muchos, es esencial para arrancar el día. También es importante saber que tiene efectos sobre la ejecución de muchas tareas del cerebro.
La investigadora Astrid Nehlig, de la Universidad de Estrasburgo en Francia escribió hace unos años una revisión en la que se recogen muchos trabajos científicos de diversas partes del mundo en la que se investigaron los efectos de la cafeína sobre el rendimiento intelectual. Veamos cuáles son las conclusiones.
La cafeína facilita el aprendizaje pasivo
Tomar café no nos hace más inteligentes. Sin embargo, la cafeína facilita el aprendizaje de tareas siempre y cuando sean tareas que se hacen de manera pasiva. Sin embargo, no tiene efectos cuando estamos aprendiendo algo que requiere esfuerzo mental. En otras palabras, que si por ejemplo nos dicen que nos van a hacer un test memorístico, la cafeína no nos ayuda a hacer mejor el test, pero si de manera pasiva nos dan una lista de palabras y nos dicen que las repitamos como parte de un juego, lo haremos mejor después de tomar café.
Cafeína para la memoria
En líneas generales, podemos distinguir entre la memoria a corto plazo o ejecutiva, y la memoria a largo plazo. La de corto plazo no recuerda pasados dos minutos pero nos permite hacer tareas complejas que requieren atención máxima (por ejemplo, jugar a un videojuego). La de largo plazo pueden ser recuerdos para toda la vida, y nos permite repetir eficazmente una tarea que incluso hacía tiempo que no reproducíamos (por ejemplo, hacer un pavo asado por Navidad).
Los estudios demuestran que la cafeína mejora el tiempo de reacción en la memoria a corto plazo, siempre y cuando no sean pruebas de alta complejidad. Sin embargo, no tiene efectos en la memoria a largo plazo. Además, los efectos son visibles cuando el café se toma por la mañana, pero si esas mismas pruebas se hacen después de tomar café por la noche, no hay efectos.
Un aspecto interesante es que algunas investigaciones han demostrado que la cafeína podría prevenir el desarrollo de Parkinson y Alzheimer.
Cafeína: ¿Ansiolítico o estresante?
Tomar un máximo de 2 tazas de café concentrado al día (el equivalente a 1,5 gramos) de preferencia a media mañana y a primera hora de la tarde mejora el humor, la atención, la agilidad mental e incluso reduce la ansiedad.
Sin embargo, sobrepasar más de 3 tazas al día tiene el efecto contrario: Aumenta la ansiedad y el nerviosismo. Además, el aumento de estrés y ansiedad es mayor en personas mayores frente a personas más jóvenes.
En conclusión, para que la cafeína ayude a nuestra mente a funcionar mejor, no debemos sobrepasar 3 tazas al día, y de preferencia se debe tomar por la mañana y a media mañana.
Y se debe tomar sin azúcar. Un buen café con azúcar se convierte en un café mediocre, y además es perjudicial para nuestro cerebro, como ya se comentó en el artículo de este blog titulado “Consumir mucho azúcar afecta a la memoria y el aprendizaje”.