Nuevos hallazgos científicos demuestran que algunos tipos de bacterias del intestino materno se relacionan con el posible desarrollo de autismo en la descendencia
En busca del vínculo infección materna durante el embarazo con autismo en la descendencia
Algunos estudios experimentales en animales y humanos han demostrado que si una madre tiene una infección por ciertos tipos de virus durante el embarazo, hay mayor riesgo de que la descendencia desarrolle autismo y otras enfermedades del cerebro asociadas con la conducta. En el esquema publicado por los investigadores ML Estes y AK McAllister, del Centro de Neurociencias de la Universidad de California que aquí reproduzco se indica someramente cómo sería el proceso.
En particular, existe un modelo de ratón al que se inyecta una molécula sintética que emula una infección viral, lo que provoca en ratonas preñadas una respuesta inmune para defenderse contra la infección. Ello induce en la descendencia dos malformaciones identificadas en el cerebro: conducta atípica (repetitiva) en zonas de la corteza del cerebro, y conducta social atípica de otras zonas de la corteza cerebral y la región del estriado.
Infección de la madre asociada a bacterias del intestino
Ahora se ha demostrado en esta investigación que existen bacterias específicas en el intestino materno durante el embarazo que estarían relacionadas con el riesgo de autismo en la descendencia. Los investigadores demostraron que hay un tipo de bacteria comúnmente residente en el intestino, denominada bacteria filamentosa segmentada, que estaría asociada con la reacción inmunológica de la madre durante la infección viral.
Es más, cuando se administraban antibióticos a la madre gestante que reducían la población de esta bacteria intestinal, se observaba que la descendencia tenía menos riesgos de desarrollar autismo.
¿Intestino de la madre saludable para evitar riesgos en el feto?
Aunque todavía está por confirmar, se sabe que las infecciones durante los primeros seis meses de embarazo en las personas aumentan el riesgo de malformaciones del cerebro del feto, y en zonas afectadas en autismo.
De confirmarse, se podrían considerar estrategias para reducir el riesgo de infecciones durante el embarazo a través del control de las bacterias del intestino, simplemente con dietas controladas, prebióticos y probióticos (es decir, alimentos que ayudan a mantener la flora intestinal).
La investigación neurocientífica futura nos dará las claves de estos prometedores tratamientos.