En estas épocas de incertidumbre y preocupación por las malas noticias, cada vez hay más personas que se declaran enganchadas a los medios de comunicación a la espera de la noticia catastrófica, hasta el punto de que ya no pueden desconectar.
Es tan frecuente últimamente, que hasta ya tiene nombre: Doomscrolling, el enganche a las malas noticias.
¿Hay alguna razón para que el cerebro prefiera asimilar malas noticias frente a las buenas?
En este podcast lo comento: