El segundo y tercer cerebros (el intestino y sus microorganismos) son grandes aliados de la mente y el intelecto. Las alteraciones en las bacterias de las tripas pueden provocar problemas mentales como párkinson autismo, esclerosis lateral amiotrófica, depresión, ansiedad, insomnio y esquizofrenia. Y la lista sigue aumentando. Las nuevas evidencias indican que el intestino de personas con alzhéimer también presenta desequilibrios en los microbios que lo habitan
10 veces más numerosos que todas las células del cuerpo
Los microbios del intestino siguen siendo aún grandes desconocidos sobre la importancia que pueden ejercer en la salud del cuerpo. Nos acompañan desde antes de nacer, y siguen con nosotros toda la vida. Representan unos 2 kilos del total del peso corporal. Son un gran ejército de bacterias, virus y hongos de distintos tipos esenciales para nuestro bienestar. Hasta el punto de que cuando se alteran sus poblaciones lo acusamos en la cabeza.
Alzhéimer en el intestino
Un estudio recién publicado por investigadores de universidades chinas ha puesto de manifiesto que las personas con alzhéimer tienen niveles distintos de algunos grupos de bacterias del intestino. En el estudio participaron 43 pacientes con Alzheimer y 43 personas de edades similares sin enfermedades mentales. En todos ellos tomaron muestras fecales para analizar sus perfiles microbianos. De manera sorprendente, algunas diferencias en las proporciones de grandes grupos como son las Firmicutes y las Bacteriodetes guardaban desequilibrios similares a los que se observan en personas con obesidad.
Devolver el equilibrio intestino para recuperar la mente
Los numerosos ejemplos recopilados sobre la gran influencia que tiene el intestino enfermo sobre el deterioro de la cabeza plantea la posibilidad de terapias alternativas a la farmacología clásica. Estas terapias se basarían en restablecer el equilibrio de los bichos entre lo que falta y lo que sobra. En ese sentido, ya se han formulado algunos probióticos para la alzhéimer que se comentaron en este artículo https://raquelmarin.net/actualidad/probioticos-para-mejorar-el-alzheimer/ Otra opción que se baraja es el trasplante de toda la población que habita en el intestino de una persona sana a una persona enferma para reponer en esta segunda el equilibrio que le falta. Son los denominados trasplantes fecales o bacterioterapias. El siguiente reto será conseguir los donantes adecuados. Muchos parámetros tienen que ponerse en juego para que el resultado sea exitoso. La investigación futura nos dará la respuesta.