Los ácidos grasos “omega-3” tienen excelentes propiedades preventivas para la salud del cerebro. También mejora el estado anímico. Un nuevo estudio científico lo confirma.
Dos ácidos omega-3 esenciales
Los ácidos grasos omega-3 más necesarios y abundantes en el cerebro son el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA). Estos ácidos grasos se insertan en las membranas de las células del organismo. En particular, las neuronas del cerebro precisan de las cantidades adecuadas para funcionar adecuadamente, y su carencia puede producir trastornos (depresión, insomnio, alteraciones anímicas, bajo rendimiento intelectual, etc).
Los omega-3 son mejores que otras grasas
En una investigación reciente efectuada por investigadores/as de entidades portuguesas ha demostrado en ratas que los animales alimentados con DHA y EPA provenientes de microalgas o de aceite de hígado de bacalao tenían mejor estado físico y mental que las ratas alimentadas con grasas saturadas. Con tan solo 10 semanas de dieta rica en estos ácidos grasos, las ratas efectuaban con mayor eficacia pruebas de comportamiento en el agua, observando que las ratas alimentadas con aceite de hígado de bacalao nadaban con más eficacia y se mantenían a flote más tiempo.
Al analizar los tejidos neuronales post-mortem, observaron además que las ratas alimentadas con grasas omega-3 tenían niveles mejores de neurotransmisores, es decir, de los mensajeros que las neuronas utilizan para comunicar entre sí.
Mejor estado anímico
Entre los neurotransmisores que tenían niveles óptimos en las ratas alimentadas con grasas omega-3 se encontraban la dopamina y la serotonina. Estos neurotransmisores regulan, entre otros procesos, la motivación, el estado anímico y la recompensa.
Por tanto, a pesar de lo repulsivo que resultaba tomar aceite de hígado de bacalao que muchos niños se resistían a tomar de pequeños en pasadas generaciones, las madres de antaño eran sabias respecto a qué darle a sus hijos para tener una mente en forma, saludable y feliz.
