Se calcula que el 15% de la población sufre migrañas. En particular las mujeres. En muchos casos, pueden ser paralizantes. No son como las cefaleas (dolores temporales) y pueden durar hasta tres días. Aprende más sobre cómo detectarlas y qué causas las pueden agravar.
El cerebro no duele cuando duele la cabeza.
La materia gris no duele puesto que carece de los receptores o «sensores» (denominados nociceptores) que detectan la sensación dolorosa. En cambio, participa en la gestión del dolor. Aunque el dolor en general sea una sensación muy desagradable, es un gran aliado de la salud. ¿Os imagináis cómo sería nuestra vida si no sintiéramos señales “de alarma” cuando algo no va bien”? El dolor juega un papel esencial para mantener el cuerpo saludable.
Las causas más comunes del dolor en la cabeza son:
– Por cambios en la forma o tamaño de las arterias y venas intracraneales (se pueden dilatar, contraer, distender).
– Por cambios en la presión intracraneal.
– Por inflamación de los nervios craneales.
– Por inflamación o tensión en las vértebras cervicales (en el inicio del cuello).
– Por irritación en las meninges (tejido que recubre el cerebro).
– Por inflamación o contractura de la musculatura del cráneo y del cuello.
Duelen fundamentalmente los vasos sanguíneos, los músculos, las vértebras o la tensión en el cráneo, no las neuronas u otras células del cerebro. Por ello, no es de extrañar que las personas con hipertensión se quejen a menudo de dolores de cabeza.
Migrañas. Algunas características.
Las migrañas suele aparecer en muchos casos desde la adolescencia. Hay factores genéticos (herencia de los padres) o ambientales (el contexto que genera factores desencadenantes). En las mujeres, las migrañas son 3 veces más frecuentes que en los hombres. Así que, de haberlas heredado, es más probable que la herencia venga de mamá.
Las migrañas pueden tener varias causas. Se han asociado tradicionalmente a inflamación local de vasos sanguíneos que produce una dilatación anormal, induciendo la sensación de dolor. Otras causas se asocian a la propia actividad de las neuronas. Sin embargo, las causas exactas todavía no se conocen con exactitud.
Una vez instalada, la migraña suele sentirse sobre todo en un lado de la cara y la cabeza, producen náuseas, vómitos y se tiene mucha sensibilidad a la luz. En muchas ocasiones provocan auras (flashes de luz, pérdida de parte del campo visual o sonidos inexistentes). Se puede sentir un cosquilleo en la cara, en los brazos y piernas y dificultades para hablar.
Algunas señales migrañosas.
Yo he padecido migrañas durante muchos años. Sin embargo, por razones que desconozco (y toco madera) ya hace años que desaparecieron de mi vida.
Aunque no siempre sea posible evitarlas, hay algunas señales que nos pueden indicar que podemos estar empezando un cuadro migrañoso. Si es el caso, siempre la medicación puede funcionar mejor de manera preventiva que cuando ya es demasiado tarde y la migraña está instalada.
Algunas señales de que puede aparecer la migraña son:
- Sentir el cuello agarrotado y dolor en los músculos del cuello.
- Bostezar más de la cuenta.
- Cambios de humor sin causas aparentes.
- Sensación de problemas intestinales, estreñimiento, irritación intestinal.
- Tener más sed que de costumbre
- Tener ganas de comer con más frecuencia de lo normal. También más tendencia a los antojos.
Causas conocidas.
Como se ha comentado, suele haber un factor genético. Algunos factores contextuales son:
- En las mujeres, los cambios hormonales, sobre todo a partir de los 30 años. Por ejemplo, suelen ser más comunes antes de empezar la menstruación. En algunas mujeres son más frecuentes en la menopausia, si bien en otras ocurre al revés. Es decir, cesan con la menopausia.
- El estrés y el nerviosismo continuados.
- El exceso de vino o café.
- La exposición a olores fuertes, luces intensas o intermitentes de alta frecuencia (como las luces blancas parpadeantes).
- Los cambios de la climatología (pasar de mucho frío a mucho calor).
- Si viajas mucho, los cambios de horario (jet-lags) las pueden favorecer.
- Algunos alimentos fuertes (quesos curados, chocolate, embutidos, alimentos pesados, repostería, mariscos).
- Algunas bacterias del intestino que metabolizan los nitratos (presentes en carnes envasadas y embutidos, algunos vinos, algunas hortalizas como la espinaca, acelga, kale, etc).
También se desaconsejan las comidas que contengan glutamato monosódico que se usa en muchas recetas, en particular de la cocina oriental.
¿Qué puedo hacer para prevenirlas?
Cada persona debe escuchar su propio cuerpo ya que no hay realmente un único factor que pueda afectar el desencadenante migrañoso. Como siempre, todo empieza en nosotros.
Algunas formas de prevenir la aparición de migrañas son:
- Evitar los ambientes estresantes, con atmósfera cargada, sonidos fuertes, luces muy intensas, etc.
- Buscar momentos de relajación y descanso. Unos minutos para pasear por un parque y oxigenarse bien.
- Comer ligero si se notan los síntomas. Basar la dieta en comidas que no tengan digestiones pesadas, ricas en verduras, pescados suaves, carnes magras, etc. No llenes el plato.
- Evitar las bebidas alcohólicas.
- Dormir entre 7 a 9 horas.
La época estival suele ser un buen momento para “desintoxicar” la mente y prevenir las migrañas. Si tienes tendencia a padecerlas, no olvides llevar gafas de sol siempre que puedas. ¡A disfrutar de la cabeza sin dolores!