El pulpo es un alimento muy recomendable para el cerebro por su contenido en yodo y vitaminas. La calabaza es rica en antioxidantes naturales. Añadiendo frutos secos se convierte en una receta para alimentar la mente y el paladar.
Ingredientes (para dos personas)
– 1 pulpo mediano cocinado previamente como se ha indicado en otras recetas (ver arroz mar y tierra de Antón).
– 4 rodajas de ½ cm de espesor de calabaza.
– 2 tazas grandes de hojas frescas de albahaca.
– 1 taza pequeña de pistachos sin cáscara y sin sal.
– ½ taza grande de pepitas de calabaza mondadas sin sal.
– 1 cucharada de café de pimentón ahumado.
– ¼ cucharada de café de paprika.
– Sal marina y pimienta negra.
Para preparar la calabaza:
– 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
– 1 cucharada de café de vinagre de Jerez para aderezar la calabaza.
Para preparar el pesto:
– ½ taza de aceite de oliva.
– ¼ taza de vinagre de Jerez.
Preparación
– En una sartén ancha, dorar en las dos cucharadas de aceite de oliva la calabaza.
– Cuando esté dorada, añadir 1 taza de agua, salpimentar y dejar al fuego durante unos minutos hasta que se ablande.
– Retirar del fuego. Añadir 1 cucharada de café de vinagre de Jerez, sal marina y pimienta negra. Reservar.
– En un robot culinario, colocar los pistachos, las pepitas de calabaza y ½ taza de aceite de oliva. Mezclar para que quede una crema.
– Añadir progresivamente las hojas de albahaca y mezclar bien. Incorporar el pimentón y la paprika.
– Cuando se haya creado una crema, añadir el ¼ de taza de vinagre de Jerez. Si queda muy espeso, añadir un poco de agua.
– Para emplatar, colocar las rodajas de calabaza y un poco del pesto por encima.
– Colocar a continuación el pulpo troceado y salpicar con un poco más del pesto.
– Servir tibio.