Párkinson: Buscar el mejor diagnóstico
El Parkinson es una enfermedad asociada al envejecimiento que presenta síntomas como temblores, rigidez, fragilidad muscular e inestabilidad en la postura. También se han observado déficits en la coordinación motora, y en la movilidad en general. En etapas avanzadas, también se observan déficits cognitivos.
Un aspecto a tener en cuenta es que se sabe que puede ocurrir una pérdida del olfato incluso varios años antes de tener otros síntomas. Fundamentalmente se basa en la capacidad olfativa distintos olores comunes (limón, cebolla, canela, gasolina, etc.) como se comentó en este artículo. En muchos casos se observa también un aumento del trastorno intestinal en épocas anteriores al desarrollo de la patología.
Uno de los retos en la investigación de esta enfermedad se basa en conseguir identificar indicios del posible desarrollo del Párkinson años antes de que aparezcan los primeros síntoma, para de esta manera conseguir un tratamiento más eficaz.
Por otra parte, se buscan métodos que no sean invasivos con el objetivo de poder simplemente hacer un test sencillo pero fidedigno que refleje lo que le está pasando al cerebro.
Mirar el ojo
Entre las propuestas sugeridas, se han hecho Investigaciones que sugieren una prometedora manera de diagnosticar el Párkinson, incluso de manera temprana, antes de que aparezcan los síntomas típicos de esta enfermedad.
La estrategia consistiría en mirar la pérdida de algunas moléculas que producen las neuronas (neurotransmisores) en la retina o en la mácula del ojo. En el Párkinson, se analiza principalmente la dopamina.
La piel es un reflejo de marcadores del Párkinson
Una nueva investigación efectuada por científicos de la Universidad de Manchester ha propuesto una nueva técnica muy novedosa que se basaría en analizar los perfiles metabólicos de algunos lípidos en el sebo de la piel.
El sebo es un complejo de sustancias ricos en grasas que sirve como protector de la piel frente a la luz, la temperatura y la pérdida de agua. También sirve como antioxidante y antimicrobiano. Los análisis indican que un 60% de la persona que padece Parkinson presenta además una dermatitis seborreica.
En el estudio realizado en 274 muestras de participantes los cuales 56 no tenían Parkinson y 138 tenían Párkinson. A un grupo de ellos les dieron un placebo. A todos ellos les tomaron unas muestras de sebo en la parte superior de la espalda para los análisis.
I salen todos ellos, analizaron unos 10 metabolitos encontrados en el sebo de la piel. Los resultados demostraron que se podía distinguir la composición en grasas del sebo de cada una de las personas y relacionarlo con el diagnóstico de Párkinson en un 85% de los casos.