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CUANDO SONRÍES Y PIENSAS QUE ESTÁS BIEN, TE SIENTES MEJOR

Los pensamientos positivos y la actitud corporal optimista pueden mejorar la sensación de felicidad. ¡Sonríe!

Algunos neurocientíficos afirman que tenemos unos 70.000 pensamientos al día. Entre estos pensamientos se incluyen aquellos que forman parte de la realidad que el cerebro forja en base a las percepciones y a la experiencia previa. En verdad, nos predecimos en nuestra existencia de acuerdo a una percepción relativa. En otras palabras, vemos el mundo según nos parezca.

La forma de sentir nuestro cuerpo también está sujeta a las experiencias y percepciones precedentes, aunque no sean del todo fidedignas. Por esa razón, si estamos convencidos a priori de que no somos físicamente capaces de alguna actividad, es bastante probable que anulemos por añadidura la capacidad potencial para hacerla.

¿Quieres cambios en tu vida? Empieza por visualizarlos

En una ocasión, una periodista me preguntó: «¿Cómo puedo hacer para provocar cambios en mi vida?» Y mi respuesta fue: «Lo primero que tienes que hacer para ser más eficiente es pensar que ya eres más eficiente».

«La mente subconsciente sólo sabe hacer lo que le has programado. Pero se pueden desaprender las viejas pautas mentales y emocionales, deshaciendo los circuitos del cerebro, y reaprender otras nuevas o renovarlas, basándote en quién quieres ser, en lugar de seguir siendo la misma persona de siempre».

Podemos cambiar la percepción de la realidad y modificarla con tan solo desviar nuestra atención. Por ejemplo, pensamos con frecuencia en la causa antes que el efecto, es decir «si pudiera tener más dinero, iría de viaje». ¿Y si empezamos por planificar el viaje? Esto contribuiría a que el plan vacacional estuviera más cerca. Lo empezaríamos a moldear en la realidad con la arcilla de la intención.

Pensar de modo positivo no basta por sí solo para superar los sentimientos negativos anclados en nuestro pasado, y que son rutina de nuestro subconsciente. Según los expertos en el campo, para modificar aspectos adversos del subconsciente hace falta trabajo interior, meditación, recuperación de memorias pasadas y transformación de hábitos en nuevos alicientes. Sin embargo, aunque no se gane siempre la guerra al subconsciente, podemos empezar por ganar batallas diarias contra la mente cuando a veces se empeña en bajar el ánimo y la motivación.

La postura corporal modifica la forma de pensar

            El lenguaje corporal puede ser un gran aliado de las pautas de pensamiento. Alguna vez habrás observado a personas que caminan por la calle como si les hubiera tocado la lotería. Quizá no llegarás a saber nunca el motivo de esa euforia, ya que detrás de una actitud emocional hay un estímulo mental. Sin embargo, la sensación de alegría puede generarse simplemente como fruto de una decisión del lenguaje corporal. El bienestar mental no se genera exclusivamente por un acontecimiento exterior favorable, sino por la mera actitud corporal. En otras palabras, si el cuerpo actúa con alegría, entonces el cerebro se contagia del lenguaje corporal e interpreta que todo va bien.

Imagina algo bueno con optimismo… ¡Y puede que te prepares para recibirlo!

Se puede poner a prueba el bienestar exprés. Ponerse la ropa que más nos favorece, peinarse distinto, incorporar complementos a la vestimenta (un sombrero seductor, unos tirantes divertidos o tus complementos más queridos) promueve que salgamos de casa con una sonrisa dibujada, el cuerpo erguido y la frente alta. Como por arte de magia, la mente y el estado de ánimo estarán fortalecidos. Incluso puede que algún observador llegue a la conclusión de que te ha tocado la lotería y quiera celebrarlo contigo.

Si suena el teléfono, sonríe, e incluso haz alguna broma si se tercia. Comprobarás que también arrancas sonrisas a los demás. Es una estrategia que funciona en todas las culturas de manera universal: sonreír es suficiente para recibir una sonrisa de vuelta.

Sonreír genera mayor grado de felicidad

Las investigaciones recientes han demostrado que la sonrisa genera mayor bienestar interior y mejora el humor. Tan sencillo como eso: Si quieres sentirte un poco más feliz, esboza una sonrisa. La musculatura de la cara y las sensaciones que genera generarán un mayor bienestar mental.

Lo contrario también parece ser fehaciente: Fruncir el ceño y adoptar una expresión de enfado e irascibilidad generan menos ganas de sentirse contento y optimista.

Para demostrarlo, Nicholas Coles, investigador de la Universidad de Stanford (EE.UU) organizó un experimento con 4.000 personas de 19 países. Se dividieron en tres grupos generando tres tipos distintos de muecas para sonreír: 1.- Con un lápiz en la boca; 2.- Imitando a actores sonriendo; 3.- Abriendo los labios imitando una sonrisa.

De los tres grupos, todos ellos generaron una mejor sensación de bienestar mental posteriormente mientras visionaban unas imágenes. Los que menos, los que sujetaban el lápiz, seguramente generado por lo incómodo de estar apretando los dientes.

Este resultado sugiere que el bienestar de felicidad y alegría no es solamente emocional y mental, sino también físico. El mero hecho de esbozar una sonrisa puede mejorar la sensación de alegría.

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