¿El Sars-Cov-2 puede alojarse en el cerebro?
El cerebro es reacio a admitir patógenos en su estructura y mucho menos alojar virus. Entre otras estructuras, cuenta con una barrera hematoencefálica, que representa una “aduana” bastante estricta que restringe la entrada de componentes, partículas, etc. desde la sangre del cuerpo hacia el cerebro. Esta barrera impide por ejemplo que haya algunas infecciones en otros órganos que se propaguen hasta el cerebro y el encéfalo en general. Sin embargo, los análisis de cerebros post-mortem en muchas ocasiones encuentran acúmulos de virus de diversas características como es el virus del herpes. Ahora están saliendo demás estudios que han investigado la posible presencia del virus de la COVID-19 en el cerebro. Algunos análisis sugieren que el Sars-Cov-2 podría acabar también en el cerebro. ¿Cómo llegaría este virus al cerebro? Las hipótesis apuntan que pudiera llegar a partir de los ojos, de la nariz, desde el pulmón e incluso desde el intestino. Se puede concluir que el virus podría ingeniárselas para acabar alojado en las neuronas. Estas posibilidades son todavía especulaciones, pero sin duda abren la puerta a interesantes investigaciones sobre las estrategias de los virus para acceder al órgano más importante del cuerpo.El Sars-Cov2 no infecta al cerebro humano.
A finales del 2021 se publicaron algunos estudios que concluían que este virus no infecta al cerebro humano. Una de estas investigaciones se efectuó por científicos de Bélgica y Alemania, utilizando muestras post-mortem de cerebro de personas que padecieron por COVID-19. Los científicos participantes en esta investigación indican que la pérdida de olfato característica en muchas personas que padecieron esta infección viral no se debía a neuronas del olfato, sino a otro tipo de células que no propagarían el virus hacia el cerebro. Los investigadores del estudio concluyeron que la vía nasal para llegar al cerebro quedaba entonces descartada.COVID en las personas mayores y deterioro cognitivo
En marzo de 2022 se publicó otra investigación efectuada por investigadores del Hospital Daping de Chongqing (China) con pacientes mayores de 60 años que habían padecido la COVID-19. Para ello se hizo un seguimiento de 1.438 supervivientes de esta enfermedad de diversos hospitales de China. Los científicos comprobaron que un año después de haberles dado el alta, los pacientes mayores de 60 años presentaban un deterioro de la memoria y las funciones mentales superior a lo estándar en este rango de edad. En concreto, los supervivientes de la COVID-19 efectuaban los test cognitivos varios puntos por debajo de lo normal. Por otra parte, observaron que el deterioro del cerebro dependía de lo grave que hubiera sido la infección por el virus. Aquellos que habían tenido una infección viral grave tenían un deterioro cognitivo progresivo de 21,2% mientras que en la infección menos grave y en los controles era de entre 1,2-2,3% comparado con individuos más jóvenes.El estilo de vida y la alimentación cuentan
No obstante, no hay que olvidar algo en lo que insisto mucho en mis libros y en mis artículos: Mucho de lo que al cerebro haga dependerá de cómo te alimentes y cómo ejercites tu cuerpo además de la mente.