Se ha identificado una nueva enfermedad del cerebro (LATE) que hasta ahora se confundía con los síntomas de alzhéimer. Ello explicaría por qué muchos tratamientos no funcionan.
No todo lo que parece alzhéimer lo es realmente
El alzhéimer es una enfermedad demoledora que cambia a las personas en lo que son y en lo que eran. También afecta la vida de los cuidadores y allegados. Al estudio de esta enfermedad se dedican ingentes esfuerzos científicos para conocerla mejor, reducir sus riesgos, mejorar su diagnóstico y optimizar los tratamientos.
En este sentido, en mi blog escribo a menudo sobre las novedades científicas y de tratamiento que van surgiendo. Por ejemplo, sobre nuevos fármacos para el alzhéimer, la importancia de la salud intestinal, probióticos para aliviar síntomas de alzhéimer, nuevos hallazgos sobre el riesgo de las infecciones por herpes en esta enfermedad o incluso cómo afecta la salud de la boca. A pesar de las investigaciones y las noticias constantes, el alzhéimer sigue aumentando su incidencia y es incurable.
Como ocurre con otras enfermedades como la mera gripe, que puede ser causada por virus distintos y cambiantes, las demencias con el envejecimiento pueden ser un conjunto de enfermedades causados por proteínas distintas. En este sentido, no todo lo que llamamos alzhéimer realmente lo es, a pesar de que los síntomas puedan ser parecidos.
Una nueva forma de demencia
Una nueva investigación efectuada por varios laboratorios internacionales ha puesto de manifiesto la existencia de una nueva enfermedad que hasta ahora se incluía como alzhéimer. La han bautizado LATE de manera corta, porque el nombre largo es bastante más difícil de recordar: “Limbic-predominant Age-related TDP-43 Encephalopathy”. Se calcula que LATE aparece en un 20% de personas mayores de 80 años, es decir, tan habitual como el alzhéimer.
A diferencia de lo que ocurre en alzhéimer que se vincula sobre todo a anomalías de dos proteínas denominadas beta amiloide y proteína tau, en el caso de LATE la culpable de la neurodegeneración sería otra proteína denominada TDP-43. Esta proteína también se asocia con demencia, pérdida de memoria y en general con los síntomas típicos de alzhéimer. En algunas personas pueden coexistir de hecho las anomalías de las tres proteínas simultáneamente.
Nuevos criterios de diagnóstico
La proteína afectada en LATE, la TDP-43 se encuentra acumulada sobre todo en regiones del cerebro asociadas con las emociones y la memoria autobiográfica (como son el hipocampo y la amígdala lo que podría también explicar que algunas investigaciones hayan señalado a la depresión como la antesala del alzhéimer. Sin embargo, teniendo en cuenta que LATE cursa con una proteína distinta es obvio pensar que muchos tratamientos clínicos dirigidos a cerebros con alzhéimer no hayan podido ser favorables en todos los casos.
Por consiguiente, se hace urgente establecer nuevos criterios de prevención y diagnóstico para que se pueda identificar la diferencia entre el alzhéimer y LATE. La definición de las diferencias entre ambas está todavía pendiente de evaluación.