El agotamiento físico tiene un impacto importante en la toma de decisiones adecuadas. De hecho, incluso genera en el cerebro efectos similares a los que provoca el agotamiento mental, el sedentarismo y la falta de ejercicio.
El sobreentrenamiento agota al cerebro
Un nuevo estudio efectuado por investigadores de diversos centros de Francia y Londres ha demostrado que el entrenamiento de alta intensidad (por ejemplo, para participar en el Ironman) induce fatiga cognitiva, observando incluso una reducción de la actividad del cerebro en el área prefrontal. Esta área gestiona la toma de decisiones y el control mental, entre otros. Como resultado, los atletas expuestos a un ejercicio extenuante experimentan un aumento de la impulsividad en la toma de decisiones. Es como si la fatiga física se trasladara a la fatiga mental de una manera similar que el efecto que tiene en el cerebro el exceso de trabajo intelectual.
Es un efecto observado que cuando un atleta entrena en exceso puede llegar al agotamiento integral (conocido como burnout). Este agotamiento ejerce en el cerebro efectos similares a los que se observarían en una persona con un alto nivel de agotamiento mental. Uno de las consecuencias es el aturdimiento y la falta de eficacia en la toma de decisiones.
Aumento de la impulsividad
En el estudio participaron 37 atletas varones de triatlón, a los que expusieron a entrenamientos muy intensos (40% más que los controles) durante 1 mes. El grupo control de atletas por su parte estuvio efectuando sus entrenamientos rutinarios de triatlón (carrera, bicicleta y natación).
Tras los entrenamientos, analizaron la actividad cognitiva con diferentes tareas mentales, así como por resonancia magnética funcional. Uno de los aspectos analizados fue sobre el control de la impulsividad, es decir, la toma de decisiones rápida que te hace elegir lo que menos te conviene. En definitiva, los atletas sobreentrenados tenían un comportamiento más impulsivo.
También se analizó cómo respondían a tareas intelectuales rutinarias como memorizar un número de teléfono o redactar un pequeño texto en Word. Los resultados demostraron que, frente al grupo control de atletas, los atletas exhaustos realizaban estas tareas intelectuales con peores resultados y eran menos eficaces cuando tenían que hacer varias tareas simultáneamente.
A nivel neuronal, observaron que el entrenamiento excesivo disminuía la activación de la zona de la corteza prefrontal, una región del cerebro que gestiona el control del sistema cognitivo y la toma de decisiones. Por consiguiente, ello podía explicar el aumento de la impulsividad en estos atletas.
Los investigadores también comentan que este estado de detrimento de las funciones cognitivas normales podría hacer a los atletas más vulnerables a inclinarse por el dopaje como parte de las decisiones impulsivas.
No dejes de hacer ejercicio, pero no te pases
En diversos artículos del blog hemos comentado los beneficios del ejercicio físico para el cerebro. No solamente mejora el estado anímico y mental, sino que incluso puede provocar efectos similares en la descendencia: cuando los padres practican el ejercicio físico, los hijos aprenden más rápidamente. La práctica del ejercicio, sobre todo al aire libre, también contribuye a aliviar los síntomas de enfermedades como el párkinson en un 57% de los casos.