¿Consumes muchos productos azucarados? Es bueno saber que cada vez hay más estudios científicos que demuestran que el consumo de azúcares sencillos (como la sacarosa o la fructosa) afecta a la memoria y el aprendizaje.
Los peligros de la “dieta occidental”.
La “dieta occidental” rica en grasas saturadas e hidratos de carbono se ha asociado al desarrollo de la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Pero, aún peor, las evidencias científicas basadas tanto en estudios en humanos como en modelos experimentales en animales están demostrando que esta dieta también perjudica a varias regiones del cerebro relacionadas con la memoria, el aprendizaje y el conocimiento.
Los azúcares refinados afectan a la memoria
Los azúcares refinados (fructosa, sacarosa, y otros hidratos de carbono sencillos) son muy abundantes en los refrescos, en la pastelería, caramelos, y otros productos dulces que muchas veces hacen nuestro deleite. De hecho, su consumo ha aumentado exponencialmente en los últimos años, a pesar de que no nutren, sino que fundamentalmente nos aportan calorías.
Sin embargo, hay que saber que cada vez existen más evidencias científicas que demuestran que estos azúcares afectan al cerebro, y en particular a nuestro hipocampo, el área cerebral responsable de la memoria y el aprendizaje.
Incluso en los estudios se ha demostrado que el perjuicio en el hipocampo ocurre incluso a las pocas semanas de haber empezado un alto consumo de estos azúcares, lo que sugiere que estos aspectos negativos en la memoria ocurren antes de que se hayan desarrollado obesidad o problemas metabólicos.
Los azúcares refinados crean adicción
Se ha demostrado que el consumo de azúcares añadidos puede aumentar el circuito de recompensa del cerebro, es decir, aquel que nos promueve las adicciones. Por consiguiente, cuanto más azúcar refinado consumas, más te puedes “enganchar” a su consumo. Además, también pueden producir más apetito, por lo que también se come más de la cuenta de otros alimentos y al final del día ingerimos más calorías de las necesarias.
¿Déficits de memoria también en la adolescencia?
Un estudio reciente de la Universidad de California del Sur en Estados Unidos efectuado en ratas adolescentes que el consumo de azúcares añadidos (fructosa y sacarosa) provoca déficits de memoria y aprendizaje, y aumenta la ansiedad. Además, altera el metabolismo de la glucosa y promueve la inflamación. Hay que decir que en el estudio, los animales consumían aproximadamente un 35-40% de azúcares del total de calorías, que es mayor que el estimado en niños en Estados Unidos (que es de un 17% entre los 12 y los 19 años). Esto indica que este efecto sería más agudo en aquellos que consumen una alta cantidad de alimentos azucarados. Por otra parte, el mismo consumo en etapas adultas no era tan agudo, lo que indicaría que estos efectos perjudiciales serían peores en periodos críticos del desarrollo.